Seguramente tu mascota es muy importante para ti y los miembros de la familia, por lo que no dudamos que el objetivo de todos en casa sea darle la mejor calidad de vida.

Si es el caso de que convivas con uno o varios gatitos, sabes que una adecuada alimentación es sinónimo de salud.

Muchas personas estarán más familiarizados con la alimentación de un perro que con la de un gato, es por eso que en este artículo te damos toda la información para que no tengas ninguna duda en cuanto a lo que debe y no debe comer un michi, sobre todo si recién adoptaste uno y no tienes tanta experiencia en el tema.

Cebolla y ajo

Las cebollas y los ajos, en cualquiera de sus presentaciones, es decir, de forma natural o en condimento, ya que dañan los glóbulos rojos del gato causándole anemia.

Nos referimos a evitar cualquier especie de cebolla: Cebolla común, chalota y cebolleta

Y al ajo en todas sus presentaciones: Ajo tierno, ajo seco y flor de ajo.

Aunque el daño es causado al consumo de grandes cantidades, nuestra sugerencia es no arriesgar la salud de tu mascota y evitar alimentos que contengan estos dos productos.

Chocolate

El chocolate es mortal para los gatos por su contenido de sustancias llamadas metilxantinas (grupo de alcaloides estimulantes del sistema nervioso central, en las que se incluyen la teofilina, la teobromina y la cafeína), las cuales les producen incremento en su temperatura corporal, temblores musculares, alteración del ritmo cardiaco, convulsiones, entre otras afectaciones graves.

Todos los chocolates son tóxicos para los gatos, pero el chocolate negro es el más peligroso para ellos.

La buena noticia es que, los gatos al carecer de receptores gustativos para el sabor dulce, es menos probable que se le antoje comer chocolate, sin embargo, más vale no arriesgarse y evitar que lo consuma.

Alcohol

Pareciera hasta cierto modo absurdo suponer que alguien pudiera dar alcohol a su mascota, sin embargo, en la gastronomía de las personas este compuesto químico está presente en muchas recetas, ya sea en guisados o postres y pudiera ser que a través de dichas presentaciones el gato pueda ingerirla.

El alcohol (o cualquier comida fermentada) puede causar severos daños, comenzando con vómito, diarrea, desorientación e incluso desenlaces fatales.

Uvas y pasas

Tanto las uvas frescas como las secas (pasas) son altamente peligrosas para los gatos. En ambos casos, basta que el gato consuma una pequeña cantidad para que sus riñones se vean afectados, llegando a desarrollar incluso, insuficiencia renal.

Los mininos (y los perros) son muy sensibles al ácido tartárico presente en proporciones elevadas en las uvas y pasas.

Café y té

Bebidas como café, té o las energéticas contienen cafeína, estimulante del sistema nervioso de los gatos, por lo que no deben ser consumidas de ninguna forma por ellos. Los primeros síntomas del daño causado son vómitos, hiperactividad y taquicardias.

Huesos y espinas

No importa que sean crudos o que se hayan cocinado previamente, tanto los huesos como las espinas son peligrosas para los gatos.

El daño es inminente; puede causar úlceras en el intestino del gato, o peor aún, perforaciones a este órgano vital.

Una vez ingerido un hueso, sus partes pudieran quedar de un tamaño suficiente como para bloquear el intestino del minino.

Si los huesos y las espinas son cocinados con el objetivo de ablandarlos, las pequeñas partes también son problema porque pueden perforar el esófago, el estómago o los intestinos.

Los dientes y las encías del gato también podrían resultar fracturadas al morder los huesos o las espinas.

Frutas y verduras tóxicas

Por lo general, los gatos no son amantes ni de las frutas ni de las verduras, sin embargo, es mejor que no consuman cítricos  por el alto contenido de ácido cítrico causante de alterar el sistema nervioso central de los michos.

La cebolla, el aguacate y los higos tampoco son recomendables en la dieta de los gatos.

Síntomas comunes de intoxicación en gatos

Aunque los gatos son bastante selectivos con la comida, los accidentes suelen ocurrir y en el caso de que haya ingerido algún alimento o ingrediente tóxico, el tiempo de atención es vital para salvar su vida.

La presencia de las siguientes manifestaciones, son síntomas de intoxicación del gato:

  • Pupilas dilatadas
  • Salivación excesiva o aparición de espuma en la boca
  • Dificultad para respirar
  • Vómitos y diarreas y sangrado
  • Sed y deshidratación
  • Piel irritada
  • Estornudos o tos
  • Falta de coordinación
  • Convulsiones, temblores o espasmos musculares involuntarios
  • Mareos, desmayos o pérdidas de conocimiento
  • Problemas gástricos y vientre hinchado
  • Incapacidad para orinar

Qué hacer si tu gato ingiere un alimento tóxico

La recomendación más importante es acudir con su médico veterinario lo más pronto posible. La información que le aportes es de suma importancia para su tratamiento, por ejemplo, si te diste cuenta de lo que tu gato ingirió o el horario de los primeros síntomas de la intoxicación.

No es aconsejable provocar el vómito al gato, ya que puedes causar alteraciones secundarias; deja que el médico se encargue.

Sugerencias para evitar alimentos tóxicos para tu gato

Si quieres consentir a tu gato con alguna comida nueva, pero no estás seguro si lo puede consumir, es mejor que lo evites, no pasa nada si pospones ese chiqueo hasta tener la certeza de que no le hará daño.

Aunque tu gato sea muy sano y no amerite visitas médicas constantes, siempre es importante tener a la mano los datos de algún veterinario, porque llegada una emergencia se perdería mucho tiempo en localizar alguno disponible.

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