Peludos y mininos tienen alguna “chifladura” o “rareza” en su comportamiento.
El término “manía” se refiere a la exaltación del estado anímico. En psiquiatría representa una de las fases del trastorno bipolar. Podemos reconocer algunas formas obsesivas más leves, por ejemplo la obsesión por la limpieza o por el orden, aunque, en algunos casos, pueden llegar a interferir con la vida normal del individuo. Se habla, en estos casos, de trastornos obsesivos-compulsivos.
Según la anterior descripción del término “manía”, resulta difícil aplicarla a los animales, por esta razón, clínicamente, en los animales hablamos más correctamente de trastornos compulsivos. Estos trastornos pueden afectar su vida normal, apoderándose de él y haciendo que se encuentre cerrado en un círculo del cual no puede salir y que le obliga a repetir compulsivamente algunos comportamientos. Los más comunes son: El perseguirse la cola, lamerse de forma compulsiva hasta llegar a provocar una herida o andar en círculo.
Pero no todas las pequeñas “manías” de nuestros amigos de cuatro patas deben considerarse preocupantes y patológicas. Algunas forman parte de su carácter y de su autenticidad y hasta hacen que nuestra relación con ellos se haga más fuerte, nos hacen reír y hacen que para nosotros sea especial.
Las manías de los gatos
Los gatos son animales muy independientes, pero les gusta mucho llamar la atención de sus dueños con pequeñas travesuras. Y es que los gatos necesitan muchos mimos y cariño, pero sólo cuando ellos quieren. Una de sus manías más características es su obsesión por amasar. Este movimiento lo realizan cuando son pequeños para tomar la leche de su madre y luego de adultos lo repetirán, ya que les aporta una sensación de bienestar y relajación.
Las cajas y los lugares pequeños y cerrados son su debilidad. Esta manía viene de su afán por sentirse seguros y protegidos porque, aunque parezca una tontería, los gatos dentro de espacios muy reducidos se sienten a salvo.
Un movimiento muy habitual en todos los felinos consiste en frotarse con sus dueños. Lo hacen para marcar su propiedad. Al ser la persona que les da de comer y les cuida, lo marcan para que no venga otro gato y se apropie de su dueño.
A veces cuando se acaricia al gato éste se revuelve y termina poniendo su trasero en tu cara. Si no lo sabes interpretar puede parecerte un mal gesto, pero si tu gato hace esto quiere decir que eres una persona de su total confianza.
Las manías de los peludos
Que tu perro esconda la comida puede ser toda una incomodidad. Esta manía viene de su instinto de supervivencia y lo realizan para “tener comida en época de escasez”, al menos es la connotación que ellos le dan.
Es habitual ver a los perros dar vueltas antes de tumbarse. Principalmente lo hacen para acomodarse y asegurarse que no existe nada que les pueda molestar. También es usual verlos sacar la cabeza por la ventanilla del coche, y es porque les encanta la cantidad de olores que pueden percibir en el camino y la brisa fresca que reciben en la cara al estar fuera del auto.
Una manía que comparte casi el 100% de los perros es oler el trasero de otro perro. Aunque a nosotros nos parezca algo desagradable, ellos lo hacen para conocer al otro animal. A través de los olores pueden saber lo que han comido, el estado emocional en el que se encuentran y su género.
Está claro que no todos los comportamientos “peculiares” de nuestras mascotas pueden tener una explicación racional. De cualquier forma su seguridad depende de la previsibilidad que tienen en lo que va a suceder. Por esta razón aprenden asociando acontecimientos y lo hacen solos, aunque esta característica es un valor que podemos aprovechar a nuestra (y a su) ventaja para construir un equilibrio y una estabilidad en la que ellos se sientan cómodos.
Habrá historias muy particulares y curiosas de tu mascota que nos quieras compartir. Lo puedes hacer en nuestras redes sociales. Cuéntanos la manía de tu mascota y comparte su foto.