Te explicamos cuál creemos es la mejor opción

Elegir si nuestro perro va a vivir dentro o fuera de la casa, será una decisión que va a influir en su comportamiento y su actitud cuando sea adulto. Tanto si ya has decidido dónde viva, te recomendamos que leas con atención este artículo en el que dejaremos clara cuál es la mejor opción y por qué.

Anteriormente, especialmente en las zonas rurales, prácticamente todas las familias dejaban a sus perros en el exterior. Pero no se trataba de una elección relacionada con cuestión de limpieza o de orden, la mayoría residían en el exterior porque eran perros protectores de ganado o guardianes.

Un perro es feliz en el campo ya sea cuando vamos de excursión, de paseo e incluso cuando nos pasamos toda una tarde jugando con ellos. No obstante, los perros son animales sociales que están acostumbrados a vivir en “manada” por lo que pasar largas horas en soledad les hace vulnerables a sentirse solos, aburridos y marginados. Uno de los problemas más habituales en los canes que pasan muchas horas solos es la ansiedad por separación, que afecta directamente al comportamiento del animal volviéndolo ansioso, estresado y destructor.

Aunque trabajemos con ellos de forma diaria la obediencia, podemos observar cómo nuestro perro se vuelve desobediente y empieza a cambiar su comportamiento. También puede empezar a sufrir de “protección de recursos” con el territorio, una conducta que puede volverse agresiva y muy peligrosa, incluyendo para nosotros mismos. El día a día junto a nuestra mascota nos ayuda a crear un vínculo fuerte y cercano que hará que nos siga, que cumpla nuestras órdenes y sea feliz. 

Las razas de perros más inteligentes (que actualmente son las más empleadas en seguridad y vigilancia) son las que más sufren al estar en el exterior. Las razas como Pastor Alemán, Dóberman Pinscher o el Pastor Belga Malinois requieren una estimulación mental, social y física muy importante que de no cumplirse puede derivar sin remedio en problemas de comportamiento graves.

A todo esto añadiremos que utilizar a un perro como vigilante es una muy mala idea. Los perros son seres vivos que necesitan atención, afecto y una familia a la cual pertenecer. Los perros guardianes son animales tristes y sin motivación. El perro no es un animal que guste pasarse horas tumbado y sin hacer nada, al contrario, necesita correr, jugar, descubrir y ser feliz. 

Tener un perro para dejarle fuera, atado y probablemente muy nervioso es una crueldad. Si queremos un vigilante podemos contratar una alarma o instalar protecciones. Adoptar para tenerlo fuera de la casa, especialmente el perro que es tan social, es un grave error. No le hagamos infeliz.

Si estamos valorando la opción de tener nuestra mascota fuera de casa por higiene, debemos recordar que existen razas que no sueltan pelo, algo a considerar si somos realmente escrupulosos. Pero también es importante entender que el perro es un animal al que le gusta olisquear (es una forma de relajación y conocimiento del medio), estar en lugares cómodos como será nuestro sofá (como a nosotros) y que puede babear o ensuciar un poco (¡como nosotros mismos!). Todos estos detalles son propios de la naturaleza del perro. Si no estamos dispuestos a tolerarlos es que no deberíamos plantearnos tener a este noble animal a nuestro lado.

¿Y dentro de casa?

Dentro de casa, el perro potencia su proceso de socialización con las personas observando y tratando con los miembros de la familia y los distintos invitados, por lo que si queremos disfrutar de un perro adulto sociable será básico hacer que aprenda a relacionarse con las personas. Incluirle en el hogar es la mejor opción.

Además, dentro de casa el perro gana en calidad de vida: Al tocarle y acariciarle regularmente detectaremos antes la aparición de una posible enfermedad, tumor o dolencia interna. Tendrá menos predisposición a la aparición de callos en los codos. Así mismo, tendrá menos probabilidades de sufrir una infestación por parásitos. Su pelaje estará más limpio. No sufrirá las consecuencias del mal tiempo (lluvia, nieve, bajas temperaturas).

Dentro de casa seremos conocedores de los gustos, los hábitos y el carácter de nuestra mascota. Le estaremos ayudando en su desarrollo desde un punto de vista cercano y familiar, algo que todo perro debería poder disfrutar. 

Tener al perro dentro de casa, independientemente de que tengamos jardín o no, es la opción que todo propietario debería elegir si ama a su mascota. La educación, la paciencia y el afecto son la clave que nos va a permitir disfrutar de un perro limpio, cuidadoso y tranquilo dentro de casa, pero activo, excitable y feliz cuando salga a pasear.

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