Una alimentación a base de proteína de origen animal.

¿Has escuchado sobre la dieta Biologically Appropriate Raw Food, (B.A.R.F por sus siglas en inglés), traducida al español como “Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada, (ACBA)?

Te explicamos: B.A.R.F es una dieta diseñada por un veterinario australiano llamado Ian Billinghurst. Se basa en la idea de que los canes están diseñados para comer alimentos crudos. La dieta propone una alimentación a base de proteína de origen animal, a la que se añade un pequeño porcentaje de frutas y verduras. Los perros son animales básicamente carnívoros y su tracto digestivo es más corto que el de los omnívoros y los hervíboros, ya que está diseñado para el consumo de carne. 

¿De qué se compone la dieta BARF?

  • 60% de huesos con carne y músculo
  • 25% de carne magra (puede ser pescado)
  • 15% de fruta y verduras crudas, huevos y vísceras
  • no contiene conservantes
  • no contiene cereales

La dieta B.A.R.F original utiliza alimentos crudos, basada en la teoría de que al cocinarlos las vitaminas, antioxidantes y enzimas que contiene se destruyen. 

Si bien es cierto que algunos alimentos crudos pueden contener diversos agentes patógenos, pero tu lomito está preparado para luchar contra las bacterias de la carne, ya que tanto su saliva como sus jugos gástricos tienen propiedades antibacterianas, como es el caso de la carne.

Ya lo dijimos anteriormente, el tracto digestivo de los carnívoros es corto y su digestión rápida, eliminando los desechos rápidamente. No se fermentan los alimentos en su sistema digestivo como en el caso de los hervíboros. Sin embargo, algunas de estas bacterias provocan serias infecciones, por lo que algunos seguidores cuecen ligeramente los alimentos, con el fin de evitar estos problemas.

Posiblemente te dará cierto temor que tu perro ingiera huesos, pero en la dieta B.A.R.F son el componente principal, ya que cubren la mayor parte de sus necesidades, incluyendo proteína, grasas, minerales, vitaminas, enzimas y antioxidantes.

Es importante que el hueso esté crudo, puesto que la cocción aumenta el riesgo de astillamiento. Las astillas de hueso son muy peligrosas para tu perro, ya que pueden provocarle graves perforaciones en el intestino. La dieta B.A.R.F admite el uso de huesos provenientes del pollo o del pavo, conejo y ternera. Al ser masticados, se forma una pasta que no supone tanto peligro para tu peludo. 

No obstante, debes seguir algunas recomendaciones al utilizar hueso en la dieta B.A.R.F: 

  1. Los huesos de aves o conejo deben tener siempre carne, ya que disminuirás los riesgos provenientes de las astillas al ir con su carne correspondiente. 
  2. Si observas que el hueso ya no tiene carne, retíralo. 
  3. Si tu perro no mastica los huesos y los traga rápidamente, puede ser peligroso. Es mejor entonces que los tritures bien.
  4. No des a tu perro un solo tipo de hueso con carne, varía y utiliza unas veces los de ave, otras los de ternera, otras los de pollo o pavo.
  5. El hueso es muy importante en la dieta B.A.R.F, ya que proporciona fósforo, calcio y otros minerales que necesita.

Si tu amigo tiende al sobrepeso tal vez tengas que disminuir la cantidad de huesos en su dieta porque son ricos en grasa. Los huesos duros, como la rodilla de ternera, por ejemplo, se utilizan como hueso recreativo, ya que tu lomito se entretendrá mucho royéndolo, lo que le beneficia psicológicamente y ayuda a su higiene dental. Pueden utilizarse en cachorros a partir del primer mes de edad.

Además del hueso, la dieta B.A.R.F debe incluir un 25% de carne magra, que puede ser de pollo, pavo, conejo, cordero, ternera o res.

Frutas y verduras en la dieta B.A.R.F

Los vegetales que consumen los carnívoros en estado natural suelen estar triturados y semi digeridos en su sistema digestivo. Por ello, la dieta B.A.R.F recomienda triturar estos alimentos y proporcionarlos en un bajo porcentaje (un 15% de la dieta será frutas, verduras órganos y vísceras), ya que los perros tienen, como decíamos, un tracto digestivo muy corto, y su dentadura no está preparada para moler los vegetales. Además, no tienen amilasa, que descompone los carbohidratos de estos alimentos.

Frutas. Sin pepitas ni corazón. Puedes utilizar manzanas, peras, plátanos, bayas, frutos del bosque, etcétera, que proporcionarán a tu perro una gran cantidad de vitaminas. Evita las uvas.

Verduras. Espinacas, nabo, calabaza, zanahoria. Las verduras de color naranja tienen mucha vitamina A. Evita las cebollas, el ajo o el aguacate.

Órganos y vísceras en la dieta B.A.R.F

Deben ser frescos. Los órganos animales contienen un alto porcentaje de proteína, ácidos grasos, minerales, vitaminas y enzimas. Los más utilizados son el corazón de ternera, el hígado y vísceras. Cuidado con el hígado, que no debe proporcionarse más de una vez por semana y siempre en pequeñas dosis.

Otros ingredientes de la dieta B.A.R.F

Esta dieta puede contener también otros ingredientes, como alfalfa, aceite de pescado, hígado de bacalao, yogur o huevos que sirven de complemento a los ingredientes principales.

Pros de la dieta BARF

  • A tu perro le gustará muchísimo.
  • Tendrá una hidratación correcta, manifestándose en una piel sana y un pelo brillante.
  • Sus dientes estarán limpios y sanos. Los huesos recreativos ayudan también a su limpieza, eliminando el sarro.
  • Su sistema inmunitario se verá reforzado, disminuyendo las alergias e intolerancias. 
  • Sus heces serán menos voluminosas y menos olorosas y evitarás los gases.
  • Su aliento será mejor.
  • Beberá menos agua, porque su alimentación ya la contiene.
  • Menor riesgo de obesidad o de distensión abdominal. 
  • Tu lomito tendrá mayor actividad física y se verá feliz.
Contras de la dieta BARF
  • Deficiencias nutricionales. Cuando alimentas a tu perro con un pienso de calidad, sabes que el equilibrio nutricional es perfecto, además de contener las vitaminas y minerales que él necesita. Si utilizas la dieta B.A.R.F, llegar a este equilibrio puede ser más complicado. Necesitarás prestar atención para balancear adecuadamente los nutrientes.
  • Los alimentos que no están frescos o no provienen de fuentes de confianza pueden provocar infecciones bacterianas. Para evitarlo, utiliza ingredientes de calidad y congela las carnes.
  • Los huesos son una de las razones principales por las que muchos veterinarios no son amigos de esta dieta. Al morder el hueso, tu perro puede tragarse pequeños fragmentos que podrían acumularse en su intestino, provocándole estreñimiento, bloqueándolo o perforándolo, lo que requeriría cirugía. Los defensores de la dieta dicen que los huesos crudos son menos peligrosos que los cocidos, pero aún así no evitarás el riesgo de que tu perro pueda tragarse alguna astilla afilada. Una solución para evitar estos riesgos consiste en triturar bien la comida del perro. Los huesos son también una de las primeras causas de pancreatitis y gastroenteritis en los perros que siguen esta dieta.
  • Los dientes rotos son otra preocupación importante, junto con problemas en las encías. Los huesos duros pueden dañar la boca de tu perro y su dentadura, ya que sus bordes afilados podrían cortar la encía y la lengua. Los dientes pueden sufrir un desgaste excesivo, llegando a perderse por completo.

Como siempre, en Frida Pets sabemos que tratándose de la salud y bienestar de tu amiguito de cuatro patas la tienes tú y si has decidido alimentar a tu perro mediante esta dieta, es conveniente que investigues un poco y consultes al médico veterinario, analizando bien las necesidades de tu lomito para tener la seguridad de que no sufrirá ninguna deficiencia en su dieta ni tendrá problemas de salud.

Categorías