Supersticiones ancestrales los han marcado.
Los gatos se han convertido en la opción ideal de mascota para muchas personas porque pueden estar solos varias horas en el hogar. Las fotos de estas mascotas le dan la vuelta al mundo, a través de redes sociales, sin embargo, esto no ha sido suficiente para acabar con la mala fama de los gatos negros que se aviva, principalmente en épocas como Halloween.
El miedo irracional hacia los gatos negros se remonta a tiempos muy antiguos. Ya en la tradición celta se creía que los gatos eran los mejores amigos de las brujas, especialmente los negros, incluso se decía que podían transformarse en uno de ellos. También se hizo muy conocida en Francia y Gales.
Los felinos de pelaje negro llevar el estigma injusto de que son portadores de mala suerte, además de otras falsas creencias asociadas a su color de pelo. Esto implica que su índice de adopción sea menor que el de gatos de otro color y que no sean tan apreciados.
La dificultad de ser adoptados relativa al color oscuro no es algo exclusivo de los gatos, también afecta a los perros, tanto que se habla del “síndrome del perro negro”. Se podría pensar que todas estas supersticiones forman parte del pasado, pero la herencia de cientos de años de persecución sigue afectando a los gatos hoy.
En nuestro país, así como en el resto de Europa Continental y Estados Unidos, cruzarse con un gato negro es visto como una mala señal. Sin embargo, en Gran Bretaña, por lo contrario, es sinónimo de buena suerte.
Teniendo en cuenta que la genética puede ser importante a la hora de determinar el comportamiento de un animal, muchos autores sugieren que los gatos que tienen en su ADN el alelo non-agouti, que a menudo corresponde al pelaje de color negro, se muestran más tolerantes hacia la presencia de otros gatos. En cambio, los gatos con el alelo agouti, han resultado con una mayor tendencia agresiva hacia otros gatos.
En Frida Pets pensamos que los gatos negros son gatos como cualquier otro, no dan ni mala ni buena suerte. Que no tienen por qué cargar con esa culpa de ser negros y que, por el contrario, son animales de un color elegante, preciosos y cariñosos, como todos los gatitos. No merecen ser víctimas de prejuicios ancestrales. Tan solo buscan un hogar dónde ser queridos y tener la oportunidad de disfrutar de una vida digna, como todos los demás.